Ahora ya tengo la razon que necesitaba
desde hoy puedo sonreir
con la delicadeza de su mano recorre mi espalda
y dormida sobre mi pecho se deja existir.
el sol por la mañana y
su olor pegado a mi ropa
y en el fondo la oscuridad q crece
su mirada se va con el venir de la copa.
No necesito un alma que me conpadezca
ni que mi humanidad me aborrezca
Tan solo un maldito motivo
para que cada mañana me pueda sentir vivo.
en mi mente su boca callada
y en la casa su presencia imperceptible
que loteria malintencionada
nos toco vivir siendo invisibles.
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